Descubre 5 claves sobre la cirugía refractiva con lentes intraoculares

Actualmente, son muchas las soluciones que la cirugía refractiva pone al alcance de las personas que quieren eliminar la dependencia de las gafas o de las lentes de contacto.

En este sentido, una opción en auge es la implantación de lentes intraoculares (LIOs). Son lentes fabricadas a medida, que se implantan quirúrgicamente en el ojo para corregir el defecto de refracción (miopía, astigmatismo o hipermetropía) del paciente.

A continuación, el Dr. Jorge Cazal, oftalmólogo experto en cirugía refractiva de IMO Grupo Miranza, nos explica algunas claves sobre las LIOS.

1.  ¿Todos somos candidatos para implantarnos lentes intraoculares?

Generalmente, la mayoría de personas son buenas candidatas. No obstante, siempre es necesario realizar un estudio previo y personalizado del paciente para determinar el tipo de técnica de cirugía refractiva más adecuado en su caso.

En este sentido, el Dr. Jorge Cazal aclara que “cuando implantamos una LIO, generalmente, los cirujanos dividimos a nuestros pacientes en dos grupos:

• los que tienen menos de 50 años
• los que ya han superado esta edad

De ello depende la elección de la LIO y de la técnica quirúrgica”.

2. ¿Por qué influye la edad del paciente en la elección de la LIO?

Aquí entra en juego el cristalino, la lente natural que se encarga, entre otras cosas, de que enfoquemos correctamente y veamos bien de cerca. “A partir de los 50 años, podemos desarrollar ciertas alteraciones en esta estructura ocular. Es un proceso totalmente natural, ligado al envejecimiento, llamado síndrome de disfunción del cristalino“.

Este síndrome provoca:

• presbicia o vista cansada
• cataratas (a la larga)

Para estos pacientes, “solemos recomendar lentes trifocales, que ofrecen una buena visión a media, corta y larga distancia. Y, en los casos en los que hay ciertas enfermedades oculares asociadas, como el glaucoma o el ojo seco, habitualmente, implantamos lentes de “rango extendido” (también conocidas por el acrónimo en inglés EDOF)”, añade el Dr. Cazal.

3.  ¿Es un procedimiento complejo?

Es un procedimiento mínimamente invasivo, seguro y eficaz, en manos expertas. El Dr. Cazal, con más de 25 años de experiencia en este tipo de intervenciones, explica que “lo llevamos a cabo mediante una pequeña incisión y de forma ambulatoria. Esto permite que el paciente pueda salir de la clínica por su propio pie el mismo día, tras la operación”.

4. ¿Qué se tiene en cuenta antes de realizarla?

Como comentábamos, es necesario un estudio previo y exhaustivo del paciente. En IMO Grupo Miranza contamos con equipos diagnósticos punteros y muy precisos que nos permiten saber cuál es la mejor opción para cada caso. Pero además de valorar las características anatómicas del ojo, también hay que tener  en cuenta sus hábitos, profesión, estilo de vida, etc.

Asimismo, “es clave hacer un estudio previo de ojo seco, para evitar malestar y complicaciones postoperatorias. En este sentido, si el paciente padece sequedad ocular, esta condición se trata antes de que se someta a la cirugía y también durante el tiempo que sea necesario tras la intervención”, añade el Dr. Cazal.

5. ¿Qué recomendamos a los pacientes que están pensando en operarse?

En resumen, el Dr. Cazal comparte estos 3 consejos, para cualquier persona que desee operarse:

1. Llevar a cabo un estudio previo y personalizado para saber si es un buen candidato.
2. Ponerse en manos de un oftalmólogo experto en cirugía refractiva, conocedor de todas las peculiaridades y técnicas, así como en los riesgos y en las posibles complicaciones que puedan surgir, durante y tras la cirugía.
3. Confiar en un clínica que ofrezca todas las garantías, protocolos asistenciales y con personal especializado en salud y bienestar ocular.

Todo ello, ayuda a minimizar riesgos con el objetivo final de que el paciente obtenga los mejores resultados visuales.