Desprendimiento de retina: descubre si tienes riesgo de padecerlo y cuando acudir de urgencias

La aparición repentina de moscas volantes o miodesopsias es uno de los síntomas más frecuentes asociados al desprendimiento de retina, una grave enfermedad ocular, que, además, es causa urgente de consulta con el oftalmólogo, ya que su tratamiento suele ser una cirugía, que debe llevarse a cabo con la mayor celeridad posible. 

El Dr. José García Arumí, experto en retina y vítreo, con más de 30 años de experiencia nos explica las claves de esta enfermedad.

Desprendimiento de retina: 3 síntomas a tener en cuenta

1. Uno de los síntomas más frecuentes de desprendimiento de retina es la aparición repentina de “moscas volantes” en nuestro campo de visión, también llamadas miodesopsias, que pueden tener distintas formas o tamaños y se mueven al mismo tiempo que movemos los ojos. Estas se aprecian más cuando miramos superficies claras, como una pared o el cielo.
2. Otro signo muy habitual es ver flashes, es decir luces intensas, con los ojos abiertos o cerrados, que duran microsegundos y que también se aprecian, sobre todo, cuando movemos los ojos.
3. Asimismo, otro síntoma frecuente es la aparición de una “cortina negra” que cae sobre nuestro campo visual y que puede ir creciendo conforme el desprendimiento de retina avanza.

Motivo de visita urgente con el oftalmólogo

El desprendimiento de retina es una enfermedad grave del ojo que debe tratarse con urgencia, ya que, de no hacerlo, puede producir una pérdida total de la visión. No obstante, es importante tener en cuenta que el 95 % de los pacientes recuperan la visión con un diagnóstico y una cirugía a tiempo.

En este sentido, “existen distintos tipos de técnicas para abordarlo, según el caso del paciente y la zona afectada de la retina”, aclara el Dr. García-Arumí.

Grupos de riesgo

El desprendimiento de retina afecta a 1 de cada 10.000 personas, cada año.

Un dato significativo es que el 50 % de los pacientes que desarrollan desprendimiento de retina son miopes. Por lo tanto, las personas con miopía tienen más probabilidades de padecerlo, especialmente si son altos miopes (más de 8 dioptrías).

Otros grupos de personas de riesgo son los diabéticos o los que han sufrido un importante traumatismo ocular.

¿Cómo es la cirugía del desprendimiento de retina?

“Seleccionamos la técnica quirúrgica (o la combinación de técnicas quirúrgicas) según el caso que presenta cada paciente“, explica el Dr. García-Arumí.

Haz clic en los siguientes enlaces para descubrir cómo son los 2 tipos de cirugías más frecuentes: la cirugía escleral y la vitrectomía.

Amplia experiencia en desprendimientos de retina

El equipo de expertos en retina de IMO Grupo Miranza, lleva a cabo cerca de 300 cirugías de desprendimiento de retina anuales.

“Muchos de los pacientes que nos visitan presentan casos de alta complejidad, que deben ser resueltos con eficacia para garantizar que preserven la visión. Además, hemos participado en el desarrollo de nuevas técnicas e instrumentos para dar solución a esta grave patología ocular, con el objetivo de mejorar la visión y la calidad de vida de las personas que nos confían su salud ocular”, concluye el Dr. García-Arumí.

Las 5 claves del desprendimiento de retina

1. Si formas parte de los grupos de riesgo (miopes, diabéticos, etc.), realiza revisiones oculares periódicas con el oftalmólogo.
2. Ante la aparición de los síntomas (“moscas volantes”, flashes o una cortina negra que “cae por el campo de visión”) acude de urgencias con el oftalmólogo.
3. No pospongas la cirugía del desprendimiento de retina. Debe llevarse a cabo lo antes posible para garantizar su éxito (el 95 % de los pacientes recuperan la visión con una cirugía urgente).
4. Acude a un oftalmólogo experto en cirugía del vítreo y de la retina, con amplia experiencia en desprendimientos de retina: no solo debe ser conocedor de las técnicas quirúrgicas para solventar la enfermedad, también debe saber cómo reaccionar en caso de complicaciones.
5. Tras la operación, sigue los consejos del cirujano, ya que su éxito depende, en gran parte, de las conductas que llevemos a cabo durante el posoperatorio.