Escleroterapia: tratamiento de las venas de araña y varices

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Duración

Según la zona

Efecto

Immediato

¿Qué es la escleroterapia de las venas?

La escleroterapia consiste en aplicar inyecciones en la vena de araña o variz, utilizando una aguja muy fina, con el objetivo de tratarlas y aliviar los síntomas asociados (hinchazón, dolor, etc.).

Su objetivo es provocar una reacción inflamatoria que dañe la pared del vaso y la transforme en un cordón fibroso que no se pueda recanalizar y que se reabsorba con el tiempo. Es una técnica simple, eficaz y estéticamente aceptable tanto para fines terapéuticos como estéticos.

Las principales ventajas de la escleroterapia con micro espuma son que aumenta la superficie de contacto del agente esclerosante con el endotelio y eso le confiere una mayor potencia con menor dosis y cantidad de fármaco por lo que se puede utilizar en venas de mayor calibre.

¿En qué zonas pueden aplicarse?

Generalmente, en las varices o arañas vasculares que aparecen en las piernas.

Exámenes previos

En primer lugar, es necesario que el especialista realice un examen exhaustivo de las zonas que se desea tratar, para asegurar que la escleroterapia es el tratamiento más indicado para el paciente, según su caso y expectativas.

Además, el experto también informará sobre posibles tratamientos complementarios que puedan ayudar al paciente a lograr sus objetivos estéticos.

También se toman fotos para valorar la evolución clínica antes y tras el tratamiento.

Durante el tratamiento

Es una terapia mínimamente invasiva.

Asimismo, es importante que la persona que se va a someter a la escleroterapia no se aplique cremas en la piel o se depile antes del tratamiento.

En paralelo, ciertos fármacos, como el ibuprofeno o la aspirina pueden aumentar el sangrado durante el tratamiento. Por ello, es importante informar al equipo médico antes de la terapia.

La escleroterapia se lleva a cabo con el paciente con las piernas ligeramente elevadas e insertando una aguja muy fina para inyectar la solución en la vena. Se trata de una sustancia que irrita la vena para que se inflame, hasta bloquear al paso de sangre.

En ocasiones, se nota un leve ardor o calambre y, a veces, ligeras molestias.

Después del tratamiento

Es probable que haya zonas enrojecidas o con hematomas en la zona tratada. Estos desaparecen a los pocos días.

En general, los pacientes se reincorporan a sus actividades diarias al finalizar el tratamiento, aunque es posible que el especialista recomiende no realizar actividad física durante los días posteriores.